Yamila Cuello

Córdoba 2024

Yamila Cuello

19 noviembre, 2015 9° MDLG Notas 0

El domingo 25 de octubre de 2009 Yamila Cuello salió de su casa en el barrio cordobés de Coronel Olmedo para encontrarse con unos amigos. Desde ese día, ningunx de sus allegadxs volvió a verla. Su hermana, Soledad, ha logrado a fuerza de voluntad, una búsqueda incansable e innumerables denuncias, instalar la desaparición de la joven en la agenda pública. En la actualidad, luego de idas y vueltas de la justicia y gobierno provinciales, la investigación se encuentra en la órbita de la justicia federal, como presunto hecho de trata de personas, a cargo de la Fiscalía Federal Nº 1 del Dr. Enrique Senestrari.

Como toda su vida, la desaparición de Yamila estuvo atravesada por la misoginia de una sociedad y un estado indiferentes ante la violencia machista, que se expresó de manera inmediata en la inacción de la policía y el manoseo de la justicia. Su ausencia, repetida día tras día, es una directa interpelación al estado, porque no hay explicación posible al hecho de que una joven pueda desaparecer en el aire y durante seis años no haya un indicio de lo que pudo haber sido de ella. Porque en estos años todxs hemos sido testigxs, de un modo u otro, de cómo la secretaría de trata provincial, en su momento a cargo de Amelia Chiofalo, ninguneó a Soledad. Porque vimos también cómo la justicia y la policía provinciales manosearon la causa e impidieron con ese accionar cualquier avance. Porque observamos el irregular proceso por el que la justicia federal imputó y casi inmediatamente sobreseyó a Néstor Simone, su ex pareja, un hombre violento que agredía físicamente y hostigaba continuamente a Yamila.

Soledad, entrevistada por Sonia Tesa, recuerda: “El mismo día de la desaparición fuimos a la comisaría y nos dijeron que ellos no podían tomar la denuncia hasta que no pasaran 72 horas, y que recién ahí volviéramos con la foto para que ellos recién pudieran asentar la denuncia, y que tuviéramos en cuenta que mi hermana tenía 21 años y que ella podía decidir irse de la casa. Todos te justificaban como si la conocieran mejor que vos”. Tampoco fueron exhaustivas las investigaciones sobre Simone.

En estos años, las políticas provinciales vinculadas a la problemática, como la sanción de la Ley 10.060 de Trata de Personas en mayo de 2012, han hecho gala de mucha espectacularidad y pocas soluciones reales para las víctimas de las redes de trata, creando cifras mentirosas de mujeres “rescatadas” que manifiestan no ser tratadas, y cuya falsedad queda en evidencia cuando vemos la escasez de causas judiciales que den continuidad a esos violentos allanamientos y procedimientos policiales.

La energía de su familia ha logrado que, para muchxs, la imagen de Yamila sea un rostro familiar y su nombre rápidamente asociado a la exigencia de aparición con vida de las jóvenes desaparecidas en democracia. Pero es inevitable hacernos preguntas: ¿es Yamila la única mujer desaparecida en Córdoba? Las estadísticas nacionales niegan rotundamente esta hipótesis. ¿Qué pasa que no conocemos sus nombres, sus historias? ¿Dónde están sus familias, dónde las organizaciones, los movimientos, reclamando por la aparición de cada una de ellas, con sus nombres, con sus rostros? ¿Qué respuestas da el Estado ante estas desapariciones? ¿cuál es el grado de complicidad y/o responsabilidad de las fuerzas represivas, de los tribunales, de los gobiernos que permite que las redes de trata sigan funcionando y manteniendo una infraestructura capaz de trasladar y «desaparecer» personas en Argentina?

La lucha continúa, de la mano de Sole y lxs familiares, y seguirá vigente hasta que aparezcan Yamila y todas las jóvenes desaparecidas, hasta que se desmantelen todas las redes de trata y queden al descubierto las responsabilidades de los gobiernos y sus fuerzas represivas.