De allanamientos “sorpresivos” y de operativos razzias

Aproximadamente hubo un total de 500 personas detenidas (entre el fin de abril y el inicio de mayo) en la ciudad de Córdoba, entre ellos muchos jóvenes menores de 18 años. Esto fue producto de allanamientos “sorpresivos” o bien llamados razzias, en barrios periféricos de la ciudad, entre los que figuran Villa La Maternidad, San Vicente, Ciudad de Mis Sueños, 9 de Julio, Villa Urquiza, Yapeyú, Marquez Anexo, Villa el Nylon, El Pueblito, entre otros. Así se puede determinar que a lo largo y ancho de la ciudad no se escatimo en estigmatizar y señalar estas zonas como “peligrosas”, según declaraciones del propio jefe del operativo el comisario mayor Mario Tornavaca.
“Ingresaron a las casas sin orden de allanamiento, rompieron ladrillos para construir buscando droga que nunca encontraron (…) algunos jóvenes perdieron días de trabajo, y otros directamente se quedaron sin trabajo. Hubo maltratos y ninguna explicación”, relata Silvia, vecina de barrio ciudad de Mis Sueños, y referente del Frente Popular Darío Santillán, quien se dirigia a la UCA Centro para tratar de que liberen a su hijo, un joven de 22 años, que llevaba 24 horas privado de su libertad por estar en la puerta de su casa mientras ocurría el allanamiento en el barrio. Silvia continua su relato indicando que “cuando me acerque a preguntar porque se lo llevaban no me dieron ninguna explicación”, y agrego que hubo un total de 100 detenidos, “83 por contravención, y los otros porque debían firmas en su mayoría, pero nadie por delitos mayores. Hay menores detenidos y solo han liberado a 13 personas”, también agrego que del operativo participaron las fuerzas del ETER, Infantería, y mucha policía de civil.
A los allanamientos sucedidos el miércoles 28 de abril en los barrios Villa La Maternidad, San Vicente y Ciudad de Mis Sueños, que dejó un saldo de alrededor de 130 detenidos, y donde las características violentas, y violadoras de garantías constitucionales y DDHH básicos, fue la moneda corriente según las diferentes declaraciones de los vecinos, se le sumo un fuerte operativo el día sábado por la tarde, y hasta altas horas de la noche en barrios de zona sur y norte de la ciudad.
Se pudo constatar a través de información oficial de la policía que hubo alrededor de 350 detenidos, en su mayoría por contravenciones, merodeo, no identificación, o simplemente por el hecho de estar en la calle. Varios de los detenidos fueron denunciando a medida que eran liberados, situaciones de los más variadas e inesperadas- “Volvía de jugar al fútbol y me dijeron que había razzia y que no podía estar en la calle”, declaraba un joven que aun tenia los botines colgados. “Íbamos caminando por la calle a la salida de la despensa y empezaron a pegarle a mi hermano y lo llevaron, no me quisieron explicar porque”, relata la hermana de uno de los apresados.
Así vivieron los vecinos a quienes sorprendió el operativo y comenzaron a avisar por las redes que “no salieran de las casas, porque te llevaban”. En los muros de algunos familiares de detenidos, las denuncias eran claras: “A las 19 hs detuvieron a mi hijo menor solamente por estar en la esquina con unos amigos. Con él fueron 80 pibes más. Uno estaba arreglando un auto, el otro visitaba a la novia, o simplemente circulaban por la calle. Estando allí nos informaron que otros sesenta detenidos habían sido derivados a otro lado porque en la 7a no había lugar. Los mismos policías nos confiaron que eran órdenes de De La Sota y que el operativo “saturación” se estaba llevando a cabo en toda la ciudad y todas las seccionales de policía estaban llenándose de presos. Todos morochitos de barrios humildes”.
También es importante destacar que en las imágenes de los artículos incautados en las casas en las que se ingresó por la fuerza y sin una orden judicial específica para cada domicilio, se encontraban toda clase de artículos: planchas, televisores viejos, un secarropas, netbook del programa conectar igualdad, una guitarra. Incluso el jefe del operativo Tornavaca declaro que las motos secuestrada “son de las que se usan para robar carteras a las mujeres”, sin explicitar si estaba demostrado que hubiesen sido efectivamente usadas para tal fin. También y a pesar de las denuncias de muchos de los detenidos, enfatizo que “se les pidió documentos a todos y que los procedimientos se realizaron sin violar ninguna garantía constitucional de ningún ciudadano”, acto seguido y a la reiterada pregunta de porque se detiene a cualquier persona sin estar involucrado o infraganti, la respuesta fue “por seguridad”.